Biografía
Imagina que estás entre los árboles de una ilusoria tierra poblada por Jolie Holland o Josephine Foster, y encontrarás con suma facilidad a nuestra heroína. Enfundada en una camisa de cuadros, Ora Cogan desentierra sus raíces y las echa a volar. Porque hay algo en ella que suena a los 40, los 70, los 90, o a unos 2000 influenciados por cualquier-tiempo-pasado-fue-mejor. En la fiebre del revival folk, Ora Cogan trae lo mejor de cada época. Cierra los ojos. Imagina que vuelves a los 90 y recuerda a algunas de esas mujeres que te hicieron soñar en aquel tiempo en el que no te resultaba tan sencillo dormir acompañado. Pongamos a una Chan Marshall (Cat Power) aún no convertida al fashionismo y de una sensibilidad asusta... ¿-diza? ¿-dora?, o a una Liz Phair, con desnudez en grado máximo, cortante y provoca... ¿-dora? ¿-tiva?. Vuelve al presente. Piensa en Nina Nastasia y Elizabeth Anka Vajagic, una americana en Drag City y una canadiense en Constellation unidas por una sensibilidad común para, digamos, hacernos sentir cómodos en su inconformismo vital. Hija de un cantante y una fotógrafa y criada en una casa que era un estudio de grabación, no es raro que Ora comenzara a componer canciones con tan solo 12 años. Quizá eso explique también por qué su voz suena a los veintipoco como si hubiera nacido hace medio siglo. Esta canadiense tiene un no-sé-qué de los años 40, un toque jazzie en su forma de cantar que la emparienta con, sí, una diosa rescatada de nombre Karen Dalton. Uno de los secretos mejor guardados al norte de Estados Unidos.